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  • ¿El estrés puede producir problemas sexuales?

La exposición a situaciones estresantes puede acarrear, tanto en hombres como en mujeres, dificultades para obtener una adecuada respuesta sexual. Es así como se puede originar alteraciones del deseo, dificultades en la erección y en el orgasmo, vaginismo, coito doloroso, eyaculación precoz entre otros.

  • ¿Los problemas sexuales pueden producir estrés?

Una situación sexual puede ser evaluada como estresante por múltiples razones, entre ellas el temor al fracaso, excesivas exigencias sexuales, conflictos de pareja, miedo al embarazo o a la transmisión sexual de enfermedades, incapacidad para disfrutar de las sensaciones eróticas, preocupación obsesiva por lograr un rendimiento sexual adecuado.

Experiencias sexuales anteriores asociadas a miedo, fracaso y frustración, pueden hacer que cualquier estímulo que permita prever la inminencia de una relación sexual se convierta en aversiva y se trate de evitar, pudiendo provocar el abandono de la actividad sexual.

  • ¿Cuál es el origen más frecuente de las disfunciones sexuales en hombres y mujeres?

La mayoría de estas disfunciones tienen un origen psicológico y una solución por esta misma vía. Los fármacos pueden ayudar en el tratamiento, pero generalmente no son la solución final.
Las causas de las disfunciones sexuales pueden tener un origen situacional, socio-cultural (educación, mitos y prejuicios) o producirse por malas experiencias, traumas, abusos o temores inconscientes

  • ¿Cuáles son las causas psicológicas más frecuentes de las disfunciones sexuales?
    • Educación sexual restringida o inadecuada.
    • Malas relaciones familiares.
    • Experiencias sexuales traumáticas.
    • Inseguridad temprana en el rol sexual.
    • Infidelidad.
    • Disfunción en el compañero.
    • Fracaso fortuito previo.
    • Reacción a factores orgánicos.
    • Edad.
    • Depresión y ansiedad.
    • Ansiedad por el rendimiento.
    • Anticipación del fracaso.
    • Culpabilidad.
    • Pérdida de la atracción en la pareja.
    • Comunicación de pareja pobre o nula.
    • Miedo a la intimidad.
    • Alteración de la propia imagen.
    • Juego erótico restringido.
    • Trastorno psiquiátrico.
  1. ¿Cuáles son los aspectos situaciones más frecuentes que deterioran el funcionamiento sexual en una pareja?

Una relación de pareja caracterizada por la monotonía, descalificaciones, maltrato físico y/o psicológico, evidencian factores que van a repercutir en el ámbito sexual de manera desfavorable. Una pareja que está viviendo una relación muy dañada, generalmente suspende su actividad sexual.

Otros factores que redundan en esta problemática son la falta de un espacio adecuado de intimidad y tranquilidad, la mala comunicación, el exceso de trabajo o el estrés.

  • ¿Existen diferencias entre hombres y mujeres, en cuanto la respuesta sexual y las expectativas y emociones asociadas a la relación sexual?

La sexualidad masculina se caracteriza por ser más genitalizada, rápida y más simple. Sin embargo, la potencia sexual está en el centro de los mitos masculinos, confiriéndole una poderosa identidad a su poseedor. Es por ello que una disfunción sexual en el varón genera humillación, dolor y vergüenza, ya que el hombre, al ser más sensible socialmente al logro y competencia, vive el fracaso sexual como un deterioro a su autoestima.

La sexualidad femenina es compleja e integra un todo: lo afectivo, emocional, físico y corporal. La mujer se estimula poco visualmente (a diferencia del hombre) y predominantemente en forma auditiva y kinestésica.; ella se excita muy lentamente y en un marco de cariño, delicadeza, suavidad, caricias y palabras tiernas. Si bien existen zonas erógenas cuya estimulación provoca altas dosis de placer, el apuro, la exigencia masculina de una penetración rápida sin preparación previa, provoca insatisfacción, frigidez, anorgasmia y hace que ella evite el contacto sexual.

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